¿EL TRABAJO O LA FAMILIA?
De la misma forma que cuando nos asaltan nos dicen ¿la vida o el dinero? Nos quieren instalar la idea de ¿el trabajo o la familia?, y por eso, se creó un tremendo debate para tu marca personal. Lo anterior está fundamentado principalmente en generaciones cómo la X o los Baby Boomers, que vivieron con el sueño de la pensión. Por suerte no pudieron llevar a buen término esta idea Maquiavélica, con ellos, y obviamente mucho menos ahora, con la llegada de los Millennials. La razón de ser es simple y sencilla, ellos tienen una nueva perspectiva de ver o sentir el trabajo.
Soy un convencido del concepto que nos hace entender que, no estamos en una era de cambios, sino que estamos en un cambio de era. La cual se empieza a construir a partir la confianza, el crecimiento mutuo y el respeto.
El problema de las organizaciones ha radicado en intentar obtenerlos en el lugar equivocado, con políticas débiles, o sin un impacto real en la sociedad.
¿Una posible explicación desde el marketing?
Esto podría entenderse desde la perspectiva de la evolución del marketing, donde hemos pasado del marketing 1.0, donde el producto era el centro de todo. La venta a toda costa y sin importar nada eran el objetivo y se apoyaban para esto en copy’s y campañas que simplemente sonaban lindo. El 2.0, buscó empezar a fidelizar a los clientes, tratando de entender qué era lo que buscaban realmente. Con la llegada del 3.0, se ha evolucionado a valorar a los consumidores y no simplemente a concebirlos con una masa. Situación que ha permitido que, se entienda su naturaleza humana, por eso han agregado sentimientos, valores e interacción constante.
Ahora en el marketing 4.0, el panorama es aún más grande. Ya que están sumando Big Data e inteligencia artificial; pero con todo y esto, hoy más que nunca, las personas seguirán siendo el centro. Lo más interesante de la situación, es que esto aplicará para los clientes, los proveedores y los miembros de la organización. Esto últimos terminarán adicionalmente, en una conversión a embajadores de marca, y los imanes para atraer nuevos talentos.
El trabajo o la familia ¡Antecedentes para un mundo de marca personal!
Es incalculable lo que las organizaciones han perdido en dinero a causa de las modas. Un ejemplo claro de esta situación fueron los genios de “la reducción de costos” en los 90 del siglo pasado. Sus jornadas de despidos masivos, la canibalización de los empleados y el desprecio de ellos, sus familias y el entorno dejó marcas imborrables. ¿Será que lo que ahorraron podrá pagar lo que perdieron en branding y en talento desperdiciado? Lo dudo. A eso súmenos, la perdida de ventas generadas por la baja en la calidad de los productos, y por la mala imagen que se ganaron a pulso.
Acaso somos tan inocentes para no darnos cuenta que, esta es la razón que motiva a los Millennials, a no repetir el error de sus padres. Ellos no van a dar tan fácil la vida por una organización, para que al final, terminen saliendo por la puerta de atrás. Ten presente que ellos dejan antes de ser dejados y que entiende que se puede acabar un ciclo laboral, pero no la vida. Lo anterior confirma mi teoría de la importancia que se le debe dar a la confianza, en cada acción de las organizaciones. Por eso mismo, debe ir más allá, de ser unas lindas frases que se encuentran en alguna parte de las políticas corporativas de la misma.
¿A quién le crees hoy en día a la hora de tomar decisiones de compra?
La confianza que hablamos anteriormente, también se refleja a la hora de comprar. ¿O quien lo hace hoy, basado en las normas ISO? muy pocas personas realmente. La gente se va a las recomendaciones en redes sociales, calificaciones de otros clientes, o la sugerencia de una persona que le genera credibilidad. Para probarlo podemos revisar las páginas de Amazon, Trivago, Booking, Zappos, Best Buy, para mencionar algunos de los millones de opciones que hoy existen.
¿A dónde apunta el nuevo orden mundial en las organizaciones?
Estoy convencido que, el cuarto de hora ha pasado por muchas áreas de las organizaciones, y que es el tiempo de la atracción del talento. Donde los presupuestos tendrán que aumentar de una manera sustancial, tanto en tiempo como en dinero. Deberán de pasar de capacitaciones planas de motivación, a programas estratégicos de mejoramiento e innovación, replicables en el tiempo. Esto permitirá que la confianza, tema central de este artículo, nazca, crezca y de sus frutos. Mismos que no solo impactaran su área de influencia, sino a toda la organización.
Recuerda, los Millennials no llegarán a tu organización porque tengas un sello de – Better Place To Work –. Sino porque alguien les dirá que es un placer absoluto ser parte de una gran familia empresarial. Lo anterior te permitirá construir estrategias de Employee Advocacy, que convertirán a tu organización en un Employer Branding, y el referente de los demás.
Las organizaciones deben definir si se quedan en el pasado o quieren venir a la modernidad. Con base en lo anterior, deben definir si persisten en seguir contratando motivadores para cumplir con los protocolos de capacitación básica. De mantenerlo seguirán consiguiendo que, sus equipos de trabajo griten una tarde, pero que se queden sin voz el resto del año. Así mismo definir si mantendrán las acciones aisladas o mejor desarrollan proyectos, permitiendo pasar del Burnout al Engagement. Es tus manos estará la decisión de unirte a la década dorada de la psicología organizacional o simplemente seguís cubriendo puesticos de trabajo.
La familia o el trabajo ¿Hacia donde debe ir tu marca personal?
Aunque no podemos generalizar, si podemos decir que, en un altísimo porcentaje no hay nada que nos brinde más confianza que la familia. Por eso ella está destinada, a ser invitada de honor en todo este camino. Debe ser el soporte y respaldo de los funcionarios de tu organización, deben ser los Co-embajadores de tu marca. En esta línea innovadora, deberías apoyar el teletrabajo, que aportará a la construcción de tejido social y la disminución del trafico caótico de las ciudades.
De igual forma, empezar a buscar la mejor versión de los que comandan la organización. Para que con el ejemplo y basados en liderazgo, puedan encontrar la mejor versión, de la del resto de personas de la compañía. Eso es marca personal corporativa, y les convertirá en rock star, y tu compañía, en ejemplo a seguir para mercado en general.
Para ir finalizado este blog que he llamado “¿El Trabajo o la Familia?”, quiero invitarte a cambiar radicalmente. Trata a tu equipo no como empleados, sino como esos socios estratégicos que son. Haz sentir a tu organización un sentimiento maternal, en el cual sientan abrigo, tranquilidad, seguridad, simplemente por la confianza que la interacción genera. ¿Todo un reto y capaz que una utopía? Pero vale la pena intentarlo.
Dejar pasar esta oportunidad nos impedirá, saber qué podría suceder, y tal vez, nos habremos perdido la mejor oportunidad de nuestras vidas. No solo desde el punto empresarial, sino también, desde el punto de vista social que tanto necesitamos.
Por todo lo anterior y con total convicción hoy respondo a la pregunta de ¿El trabajo o la familia? Diciendo que, la respuesta correcta es – El Trabajo y La Familia – inmejorable elección para tu marca personal.
En un post anterior comentamos que una marca debía estar conectada con el espíritu de la empresa. Con eso me refiero a que debe estar conectada con su identidad corporativa la cual guía la misión, visión, objetivos, imagen y actitudes de la empresa, esto con la finalidad de trazar una ruta para la gestión de todas las actividades que se desarrollen, sea interna o externa.
